lunes, 14 de julio de 2014

¿Me siento sola?

Hay momentos en la vida en los cuales se está totalmente solo, con tales sentimientos que parece que tu alrededor no hay nada ni nadie.

A veces ese sentimiento se me hace muy presente, ya sea por algún motivo o por otro, siempre hay algo que hace retomar esos sentimientos de soledad y aislamiento.

Siempre pienso mucho en los demás, pero casi siempre me doy cuenta que ese pensamiento no es recíproco. Me preocupo por ver a mis amistades, por hablar con ellas, pero después me entero que se ven a mis espaldas y yo sin saber nada y ahí es cuando vuelve ese sentimiento de aislamiento.

Aunque estemos todos juntos, a veces también siento ese aislamiento, me siento como cuando Harry Potter se pone su capa de invisibilidad y nadie le ve, mi cuerpo está ahí presente, pero nadie es consciente. 

En estas épocas de vacaciones, es cuando más pienso en algunas amistades, que aunque lleven años siendolo, esa actuación siempre está ahí, rodeandome.Incluso con la familia también tengo ese sentimiento.

Algunas personas me dicen ¿Porqué eres tan tímida? Respuesta fácil: Porque me da miedo la impresión que puedan tener de mi. Nunca me ha gustado la impresión que han tenido de mí. Siempre me han tratado de inferior o me han tratado de alguna manera que me ofendía y yo he tenido que esconder ese sentimiento y pasar, para que no piensen que soy débil.

Todos en algún momento somos débiles en esta vida, y aunque no nos guste mostrarlo, cuando estamos solos es cuando sale. Y más conmigo que yo soy de las que me guardo los sentimientos, no les doy importancia, hasta que llega algo que me hace estallar y decir y pensar cosas que no son del todo ciertas.

¿Me siento sola? O, ¿Es que de verdad estoy sola? Posiblemente tenga este sentimiento toda mi vida, y siempre piense en la soledad. Aunque tenga muchos sueños por cumplir, se que por culpa de ese sentimiento no los voy a conseguir.

miércoles, 9 de julio de 2014

Lo que siento

Al expresar lo que pensamos, hay palabras. Para comunicar lo que queremos, hay palabras. Hay palabras para todo, menos para expresar lo que sentimos.

A veces no quieres sentir lo que sientes, y la única menera de tapar un sentimiendo es con otro más fuerte. Te aturdes, te llenas de ruido para no escuchar eso que sientes y que no puede pronunciar. Solo uno conoce la naturaleza de lo que siente y qué sería capaz de enmascararlo. Nada habla más de lo que sientes que lo que no puedes decir, por eso que sentimos, seguirá estando ahí cuando baje la espuma de la evasión.

La compulsión, ese impulso autodestrictivo, siempre esta ahí, rondando como un cuervo. Olfatean el olor sobre una herida abierta, y sobrevuelan sobre ti. Listo para atacar. Huelen tu miedo, tu ignorancia.

La recaída es una falsa medicina para una falsa enfermedad. Es un intento para tapar con toda costa ese dolor que no se fue. De que sirven todos los esfuerzos por dejar atrás el dolor, si tus piernas son de piedra y el dolor siempre te alcanza.

La causa de la recaída es la intolerancia al dolor, la misma herida de siempre vuelve a abrirse y uno vuelve a la solución conocido. Pero el sentir, es sentir demasiado. 
Recaer no significa ser débil, sino que el dolos recrudeció. Porque eso es lo que define, lo que hacemos y lo que hacemos con lo que sentimos.

Las adicciones son falsos remedios que calman por un tiempo el dolor. Dolor que no cesará hasta que no pase el dolor. Porque ese el que eres, debajo de todo lo que haces para tapar tu dolor y en medio de la confusión eso que sientes, ese eres.

El miedo, los temores excesivos, son la anticipación de todos los dolores que podrías llegar a tener. Temer, es presentir, es sentir antes de tiempo. Somos lo que sentimos, si sentimos odio y resentimiento, somos odio y resentimiento.

Es muy difícil poner en palabras el dolor profundo. Pero paradójicamente, ese dolor puede ser aliviado con palabras.
Todo trauma es hijo de otro trauma y a veces hay que ir a curar el dolor muy atrás en el tiempo. Para llegar a ellos hay que atravesar la anestesia emocional. Las heridas profundas, eso que es indecible, es lo único que el tiempo que todo lo cura no puede curar.

Esos dolores heredados y legados permanecen en el tiempo y se vuelven cada vez mas intensos. Los dolores traumáticos no conocen analgésicos solo se pueden aliviar cuando entiendes eso que sientes.

Son sentires muy humanos que atraviesan por la mitad a víctimas. Nos alivia que hay un lugar en nuestra alma en la que podemos guardar los dolores, un lugar en que aquello que sentimos no dolerá tanto.

Pero no existe ese lugar donde guardar los dolores, ni placebo que lo calme, solo hay bocas, brazos, manos y ojos para expresar lo que siente. El dolor es un corazón en carne viva que solo se podrá curar cuando pueda ser dicho.

Por suerte siempre tenemos a alguien que nos escucha y nos aconseja, aunque no podamos expresar lo que sentimos. Así que a esas personas hay que agradecerselo mucho, por estar ahí apoyandote en los momentos buenos y malos, reírte con sus paranoias sobre amor y hacerte olvidar por un momento todo lo que estas pasando. 

Así que esta es mi oportunidad para darle las ¡GRACIAS!.


lunes, 30 de junio de 2014

¿Que somos?

El rulo vuelve. Por más que trates de evitarlo, cuando uno ama...ama.

Antes el amor para mi era un capricho, era querer a alguien sin importar nada, hacer lo que hiciera falta para tenerlo... Ahora empiezo a entender que el amor pasa por otro lado. El amor es tan raro a veces, tan inexplicable, nace de pronto y avanza y avanza. ¿Y que quiere el amor? Ser correspondido, eso quiere.
¿Se puede ser feliz viendo a la persona que uno ama enamorada de otra? ¿Se puuede amar sin ser egoísta? Yo creo que empecé a entender el amor cuando dejé de ser egoísta, cuando empecé a hacer cosas sin esperar nada a cambio, cuando por ejempli, hago cosas como estas, escribir en un blog sin esperar respuesta.

Amar hace bien, pero a veces no alcanza, uno necesita algo más, necesita respuestas. ¿Que somos?...¿Que somos? Esa es la pregunta del millón. Tanto nos preocupamos por el que somos. ¿Importa realmnte lo que somos? ¿O importa lo que sentimos y el amor que tenermos por el otro? Podemos ser la ex de alguien, pero eso no quiere decir que nuestro amor sea ex. Mi novio, mi ex... son palabras. Lo importante no son las palabras, lo importante es otra cosa, eso es que lo vale, el sentimiento, le pongamos nombre o no, es lo único que tiene sentido. No importa el que somos, importa lo que sentimos y lo que hacemos. 

No se que somos pero... se nota como nos queremos.

martes, 24 de junio de 2014

Solo un sueño

En la Tierra se utiliza la misma palabra para la actividad durante el descanso y los deseos: SUEÑOS.


Sueño y deseo son los mismo, el anhelo de algo que no se tiene. La única diferencia entre sueño y deseo es que para soñar hay que dormirse y para alcanzar los deseos hay que despertar. 
Nadie sueña con lo posible, lo fácil. Un deseo implica riesgo, dificultad. Algo soñado, es algo muy deseado y muy difícil de obtener.

Los sueños no tienen nada que ver la duda, el que desea no duda. La duda, es solo culpa que es el reverso del deseo. 
A lo largo de la historia, las religiones, instituciones han atacado directamente a los sueños diciéndole a las personas que desear esta mal. Atacan los sueños porque saben que el deseo es indomable. La potencia de los sueños es que tiene una fuerza capaz de modificar la realidad. 

Desear, desear con fuerza, con ilusión no es garantía de alcanzar los sueños. La frustación es una posibilidad. Desear es abrazar la posibilidad de la frustación, aceptar que nadie gana siempre ni nada pierde siempre. El sueño dorado y la pesadilla más oscura también tiene su final. Cuando el sueño desvanece, la realidad se impone con su certeza más cruel. 
La vida, observada sin el cristal de sueños, es oscura y fría. Todo se vuelve una desilusión con un sueño frustrado. 
Pero por más adverso y duro que se muestre el mundo exterior nada puede con la fuerza más fuerte: los deseos. Porque el deseo tiene la capacidad de renacer de las cenizas mismas de la frustación. Se pude renunciar al sueño pero es imposible dejar de soñar. El deseo nunca muere, no cambia, solo crece, aumenta su tensión.

Creemos que soñamos como si fuera una acción voluntaria, nadie elige soñar ni qué soñar. 
Cuando sueñan no dudan que eso que sueñan es real. Pero tampoco ponen en duda la realidad cuando están despiertos. Si en sueños creen que la realidad más disparatada es real porque no piensan que la realidad más real es un disparate. Porque aceptan algo como real si en definitiva todo es sueño, todo es ilusión. 
Incluso la realidad que se ve tan ferria y solida es solo una ilusión. 

Al final la vida es solo eso, solo un sueño. 

Cambiar el Mundo

Tener una necesidad es útil. Nos pone en movimiento para satisfacer esa necesidad.

Tener un deseo es más potente aún. Cuando deseamos algo con el alma, cada célula de nuestro cuerpo se esfuerza por lograrlo.
Tener un sueño es algo de una fuerza casi sobrenatural. Nos esforzamos durante días, meses, años, para alcanzar ese sueño. Un sueño que nos puede cambiar la vida.

Pero necesidades, deseos y sueños son pequeños al lado de la utopía. Tener una utopía es algo superior, algo vital. Una necesidad, un deseo, un sueño, pueden cambiar nuestra vida, pero una utopía puede cambiar el mundo. Y para bien o para mal, esa es la utopía de todos.

Las utopías, como dice Eudardo Galeano, la utopía esta en el horizonte. Me acerco dos pasos, ella se aleja dos pasos. Camino diez pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. Pero entonces uno se pregunta ¿Para qué sirve la utopía si siempre se aleja? Para eso sirve, para caminar.

Para tener una utopía hay que tener fe, para creer que eso que deseamos es posible. Una utopía, por definición, es algo que no existe, un puerto inalcanzable, pero necesario para viajar.

La utopía es una llamada de la ilusión, al inconformismo, a la rebeldía, al compromiso. La utopía es una llamada a la esperanza. Por eso, para cambiar el mundo, es tan necesaria.

miércoles, 20 de noviembre de 2013

La botella rota

Dicen que de los errores se aprende, pero cuando un error lastima a otro y deja una marca, ¿de qué sirve la lección?

Cuando el error que cometiste no tiene solución, cuando cometes un error que puede poner en peligro lo que amas, cuando el error puede ser mortal, cuando un error estúpido te marca para toda la vida, cuando un error no tiene perdón... cuando ya es demasiado tarde y por más que hagas lo que hagas no puedes reparar tu error, solo se puede llorar, porque hay errores que no tienen arreglo.

Un corazón roto es como una botella que se rompió en el verano, partida en pedazos, ya no se puede reparar.
Son errores fatales, errores imperdonables, errores que nos torturan toda la vida.

Desesperados intentamos reparar ese error, hacer algo que al menos pueda enmendar en parte todo lo que hicimos. Hay errores que cambian tu vida para siempre. Hay errores inesperados, fuera de todo cálculo... son errores que no tienen arreglo. Por arreglar ciertos errores uno daría su vida.

sábado, 16 de noviembre de 2013

Puede Ser un Gran Día

¿Qué hacemos hoy para que sea un gran día? ¿Necesitamos grandes hazañas? ¿Siempre tiene que ocurrir algo espectacular para que sea un gran día? ¿O un gran día se puede hacer de pequeños momentos?

¿Depende sólo de nosotros ese... gran día? No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy... No levantarse con el pie izquierdo, dicen. ¿Alcanza desear un gran día para tenerlo? Un gran día, o un pésimo día. No tiene muchas recetas, tal vez una: está hecho de decisiones. De buenas y de malas decisiones. No sólo propias, también ajenas.

Pero no de grandes decisiones, sino de esos pequeños gestos que nos hacen grandes. Un gesto de amor puede hacer que ese día no sea un día más, sino un gran día. Aunque no todo está en nuestras manos. un gran día para algunos puede ser trágico para otros. Igual, para mí, un gran día no es el que está hecho de grandes hazañas y conquistas. Un gran día está hecho de pequeñas cosas: de una palabra de aliento, de una sonrisa, de una mirada... Y también de una ausencia.